Continuando el post anterior sobre los restaurantes del Symphony of the Seas (el crucero más grande del mundo), ahora toca mencionar los restaurantes más especiales del crucero. Durante este viaje inaugural de 2 días, estos restaurantes ofrecían degustaciones para poder ir a conocerlos todos.
Jamie’s Italian.
Sí, un restaurante italiano del famoso chef británico Jamie Olivier. El restaurante tiene un ambiente casual, alegre y muy bonito. En este caso la degustación era de embutidos y encurtidos y eran sin gluten.

Jamie’s italian (entrada)

Jamie’s italian (interior)
Chops Grille
Muy elegante y sobrio. Restaurante de carne, langosta y pescados a la brasa.

Chops Grille
De los canapés que tenían para la degustación probé el cocktail de langostinos.

Cocktail de langostinos
Wonderland
¡Ooooh! Este es mi preferido. Lamentablemente no llegué a comer aquí, pero el lugar es maravilloso. La decoración es preciosa. Está inspirado en «Alicia en el País de las Maravillas» y entrar es como caer en el hueco del conejo blanco y llegar a un mundo donde todo es sorprendente. Sillas desparejadas con las orejas del conejo blanco y pinceles en las mesas junto a los cubiertos… y es que tienes que pintar la carta con el pincel para poder desvelar sus platos secretos.

Rincón en el Restaurante Wonderland

Comedor principal en el Wonderland
La carta es sorprendente y está dividida en 6 elementos: sol, mar, hielo, tierra, fuego y sueños. Es un menú de 6 platos donde la comida simple y tradicional no existe. De cada grupo eliges un plato o dejas que el personal te sorprenda. Puedes encontrar platos que contienen delicias como esferificación de pimienta, espuma de pan, aceitunas líquidas, mousse de aguacate, conos crujientes de cangrejo, piruletas de lima, etc.
El precio del menú es de $45 y tienen opciones sin gluten y sin lactosa.

Al fondo, la cocina del Wonderland
Otros dos restaurantes que visité solo para conocerlos son: 150 Central Park, muy elegante, ubicado en el paseo lleno de árboles del mismo nombre, que se define como una experiencia gastronómica con comida que va directamente de la huerta a altamar y Hooked Seafood que es un restaurante estilo Nueva Inglaterra donde predominan los mariscos, langosta, cangrejo, etc.

150 Central Park

Menú del 150 Central Park donde se destacan los platos sin gluten con el símbolo «GF»
Además de estos 4 restaurantes que pude visitar hay otros de especialidades: de comida japonesa, fusión mediterráneo-california, comida mexicana, de hamburguesas y perritos calientes, etc.
Y para después de cenar, hay varios bares de copas con música y pista de baile. Estuvimos una noche en una fiesta en el Dazzles, que es muy elegante y tiene bonitas vistas, y otra noche fuimos al Bolero con música latina. Aunque la piña colada no era la mejor, la música estuvo muy bien, el baile fue inevitable y la noche muy divertida.

Bolero (bar con música latina)
Hay un bar acristalado muy curioso que se llama Rising Tide (marea que sube) que está en la planta Royal Promenade (paseo con tiendas y restaurantes) y mientras te tomas una copa tranquilamente sentado, sube el bar entero como un ascensor gigante y terminas en la planta Central Park (paseo con árboles). Así, que si decides ir, tienes que buscar en que planta está… jajaja.
Pero dentro de los muchos bares que hay, el English Pub, el Sports Bar, etc. la mayor atracción para tomarte una copa es, sin duda alguna, el Bionic Bar.
Bionic Bar
Un bar robotizado donde la tecnología y la coctelería se dan la mano para hacernos pasar un buen rato. En las mesas hay una pantalla, donde después de identificarte con tu tarjeta/llave seleccionas un cocktail y puedes personalizarlo a tu gusto. Luego en las pantallas a los lados de la barra puedes ver qué le están poniendo a la copa que están preparando, cuánto le falta a tu copa, cuáles son las copas más demandadas según edad, sexo, etc. Mientras, los dos brazos robotizados preparan todo.

Los dos «barman», o mejor debería decir «barbots» se llamaban «Rock Em» y «Sock em»
Las botellas cuelgan invertidas del techo, los brazos mecánicos van agregando los diferentes ingredientes, agitan al compás de la música y sirven. Cuando está listo, te acercas a la barra, acercas tu tarjeta al sensor y tu vaso se desplaza hasta el borde. Las copas con alcohol cuestan 12 euros, pero durante esta fiesta eran gratis. Ya sé lo que estáis pensando, pero fui buena. No me emborraché… ja ja. Afortunadamente había tantas cosas por ver y hacer, que no me quedé instalada en el bar viendo como los robots hacían su trabajo al ritmo de la música.

Pantalla que muestra la preparación de los cócktails
Había más restaurantes y bares. 20 restaurantes y 14 bares en total, pero no da tiempo de comer y beber tanto. También hay que divertirse haciendo otras cosas. Lo importante es que los celíacos pueden disfrutar de unas vacaciones completas y una comida deliciosa. Ideal para ir con amigos y familia.
No me envidiéis que también me pasan cosas malas, pero esta, definitivamente fue una experiencia increíble. Y se la debo a una amiga maravillosa a la que estaré eternamente agradecida.

Suite familiar. La habitación más divertida de todas.
Foto: Royal Caribbean.