En 2010 ya había publicado otros posts sobre mi visita anterior a Mallorca y ahora he tenido la suerte de poder ir de nuevo. Es una isla que me encanta y lo bueno es que teniendo amigos allá, he tenido la oportunidad de descubrir rincones muy bonitos que no son los típicos lugares llenos de turistas. Aunque parezca increíble, puedes estar solo en pleno agosto en una playa.
No descubrí muchos sitios sin gluten porque al estar en un apartamento con un Mercadona al lado y junto a la playa, solíamos hacer muchas comidas en casa y además nuestros amigos nos invitaron a cenar un par de veces, pero bueno, os contaré algunas cositas que merece la pena mencionar.
Gelatería Colonial

Heladería Colonial
Una noche fuimos a visitar a unos amigos a la Colonia San Jordi. Primero cenamos en una pizzería en el puerto (yo me comí una ensalada capresa que estaba muy buena) y luego nos fuimos a tomar un helado a la Gelatería Colonial (Calle Gabriel Roca 9, Colonia San Jordi). Mi primera alegría al llegar fue ver este cartel:
Son pocas las heladerías que tienen cono sin gluten. Que recuerde ahora, las heladerías Boulevard en San Sebastian, Heladería Dino también en Mallorca y una heladería Antiu-Xixona que había en Majadahonda que ya cerró.
Tienen muchos sabores sin gluten. Quitando los que tienen galleta y Ferrero Rocher, los demás eran aptos. Así que aproveché y me comí este delicioso helado de café y chocolate.
Cuando compres helado, recuerda pedir que te sirvan de la parte de abajo y que por favor limpien la cuchara de servir. Lo ideal es que retiren la parte de arriba y te sirvan de abajo.
Yo siempre he sido muy fan de Häagen-Dazs, pero en Madrid las han cerrado casi todas y quedan muy pocas. En Mallorca me topé con dos: una en el Centro Comercial PortoPí en Palma y otro en Port Portals que es un mini Puerto Banús ideal para pasear de noche, ver y ser visto. Puedes disfrutar con los super yates y coches de lujo (aunque vayas en un Hyundai alquilado jaja) y cenar en uno de los ambientes más fashion de la isla. Nosotros ya habíamos cenado y tampoco nos hubiera gustado gastarnos lo que cuesta cenar allí, pero sí subimos a la terraza de la Pizzería Diablito y nos tomamos unas copas disfrutando de la terraza chill out y las vistas. Las copas a 11 euros y a 8 euros sin alcohol, no es tan caro si vienes de Madrid. Más baratas que en la terraza del Room Mate Oscar en Madrid (13 € la copa).
Restaurante La Piazzeta

La Piazzeta
Me encantó este restaurante. La Piazzeta (Paseo del Mar 10, Palmanova) está junto al Club Náutico de Palmanova en la playa Es Carregador. En primera línea de playa, que por cierto estaba muy bien. Muy clarita el agua, muy limpia la arena, servicios, duchas, socorrista y no demasiada gente.
Otra alegría muy grande cuando vi esto:
El pan sin gluten estaba recién horneado y mucho más rico que el pan normal. Los no celíacos se lo querían comer… jeje.
Yo pedí unos espaguetis boloñesa. Sí, ya sé que es muy normalito, pero es que me encantan.
No son nada tacaños. La ración era enorme, la pasta estaba al dente y todo estaba muy rico. Los precios bien. La relación precio valor muy buena. Puedes asomarte a la cocina (es abierta) y hablar con el cocinero si tienes alguna duda. Es lo que hice. Siempre que puedo acercarme a la cocina me meto a fisgonear para saber si el cocinero sabe lo que es cocinar para un celíaco.
Tiendas Müller
Tenía muchas ganas de conocer esta tienda alemana. Había oído hablar de sus marcas ecológicas de cosméticos y de productos de alimentación y me acerqué para ver qué encontraba de sin gluten. Me encantó ver que todos los productos sin gluten tienen una etiqueta naranja que hace muy fácil la identificación.

Barritas de sésamo y sésamo con coco
Todo está en alemán, pero los productos tienen una etiqueta con la traducción. Una de esas etiquetas que necesitas la lupa para leerla, claro.
Esto es lo que compré y ya os iré contando a medida que lo vaya probando:

Productos Müller
Son productos ecológicos: zumo de manzana con gas, waffers, barritas de sésamo y coco, mango deshidratado (o liofilizado, no lo sé), paté vegetal con hierbas (sin gluten y sin lactosa), barritas de frutos secos, crackers y también unos caramelos Tic Tac que me encantan, pero de sabores que no he visto en Madrid. «Manzana ácida / manzana dulce» y «Melocotón / limonada».
Por ahora solo he probado el paté vegetal y ESTÁ BUENÍSIMO. Me lo estoy comiendo con unos picos artesanos Panceliac que compro en Foody y me pongo triste al ver que se acaba.
Estos son los productos de perfumería que me compré, también ecológicos:

Cosméticos Müller
Me encantó el spray solar que se puede aplicar en la piel húmeda. También compré gel de ducha de naranja y menta y otro de lima. Bálsamos labiales y pintalabios con aceite de aguacate, manteca de carité y gloss mate.
Cena con los amigos
Otra noche, fuimos a casa de otros amigos a cenar y nos prepararon una barbacoa gluten free «de lujo». De primero, picoteo de productos mallorquines sin gluten: sobrasada, queso y paté con tostaditas. De segundo, barbacoa con todo. Hasta butifarra sin gluten. ¡Qué bien! No comía butifarra desde la vez que estuve en Montmeló en la carrera de Fórmula Uno en año 2007 cuando aún no era celíaca. También se molestaron en comprar helados sin gluten para el postre. Qué ilusión. Con amigos así… da pena no poder ir a verlos una vez al mes… jajaja.
Aeropuerto
A la vuelta en el aeropuerto, para cenar encontré la focaccia de jamón y queso de Schär en una cafetería Segafredo junto al Burger King de la puerta de embarque D88. Ya lo había probado en una cafetería en la estación de Atocha en Madrid y en una gasolinera en la autopista A3 de Valencia a Madrid.
Así que ser celíaco no es un impedimento para ir a Mallorca y si vas, no dejes de visitar Sa Calobra. Es una cala en medio de los acantilados impresionante. Y la carretera para llegar hasta allí, es toda una inyección de adrenalina.